Entrevista al Hno. Juanjo Santos, monje trapense del monasterio de San Isidro de Dueñas (Palencia),
que actualmente vive en Huelva, donde coordina la pastoral del Sordo de la diócesis
Con el lema «Vivir el Evangelio con alegría», en julio se celebró en Barcelona el XXIV Encuentro Nacional de la Pastoral del Sordo. Entre los 150 participantes había el H. Juanjo Santos, monje trapense del monasterio de San Isidro de Dueñas (Palencia), que actualmente vive en Huelva, donde coordina la pastoral del Sordo de la diócesis. En 2005 fundó la comunidad monástica benedictina Effathà (alabanza divina) para personas sordas.
¿Por qué crea Effathà?
Había una comunidad de personas sordas para que realizaran su vocación y vivieran según el Evangelio -los sordos no son fácilmente admitidos en las congregaciones monásticas. He sido muy feliz en la Trapa, pero tenía dificultades de comunicación. Mis superiores me dieron permiso y fundé una primera comunidad para sordos en Santander.
¿Cómo es la vida monástica de los sordos?
Está adaptada a la idiosincrasia de las personas sordas. En nuestra vida comunitaria también encontramos dificultades, limitaciones y gozos, como en toda realidad humana. Rogamos a diario en lengua de signos, con calma y atención. Pidamos al Señor por las necesidades de la humanidad y de la Iglesia, y particularmente para la pastoral de los sordos y los sacerdotes dedicados a ellos.
¿Cómo se encuentra la evangelización del mundo del sordo?
Estamos viviendo una etapa de evangelización y de re-evangelización. La gran mayoría de los sordos jóvenes desconocen la buena noticia del Señor, hay un gran prejuicio y animadversión hacia la Iglesia católica. Los sordos adultos y ancianos son las antorchas vivientes de la fe, dan testimonio a las nuevas generaciones. Necesitamos sacerdotes que se ofrezcan para evangelizar este colectivo, sólo hay que saber la lengua de signos.
Entrevista realizada por Òscar Bardají y Martín para el Full Dominical del 28 de septiembre